Tras los quebraderos de cabeza por la ausencia de un médico, todo ha vuelto al orden en ese aspecto tras la llegada de César Quesada, si bien ahora son otras las preocupaciones sobre el estado físico de la plantilla franjiverde. Y es que las alarmas se encendieron el pasado miércoles en el amistoso ante el Torrevieja cuando Ángel se retiró aquejado de unas molestias en la zona del gluteo. Al punta se le ha diagnosticado una bursitis en dicha zona, y nadie sabe a ciencia cierta cuando podrá estar al 100%.
El propio Ángel reconoció ayer que la falta de médico fue muy perjudicial a la hora de tratar su lesión, ya que "en un principio se dijo que era un tema de pubis, pero es una bursitis, algo que no es fácil de tratar. El tratamiento no ha tenido continuidad por ese motivo, y eso ha empeorado las cosas". El tinerfeño dejó entrever que de no ser por ese mal pronóstico no hubiese jugado el encuentro ante el Torrevieja.
El punta ya está siendo sometido a un tratamiento para recuperarse lo antes posible, pero descarta arriesgar sin estar seguro de su estado físico ya que "el objetivo para todos es estar a tope el día del Córdoba, y trabajaré para ello". Ángel también reconoció que Bordalás le ha transmitido su confianza en él, y le ha animado a "recuperarme cuanto antes".
Las sobrecargas, al ordén del día
La alta carga física de las sesiones diseñadas por Javier Vidal está provocando que muchos jugadores abandonen antes de tiempo los entrenos por sobrecargas musculares y molestias físicas. Hombres como Etxeita, Luque o Xumetra se están resintiendo de ello, y trabajan a un ritmo algo menor que el resto de sus compañeros.
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